Necesitamos narrativas que impulsen la esperanza y la acción ambiental 

La mayoría de los seres humanos sabemos, o hemos escuchado en algún momento de nuestra vida, que la crisis ambiental que enfrentamos hoy es una de las mayores amenazas para nuestra existencia y la de cientos de especies con quienes compartimos este planeta.  

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la deforestación son solo algunas de las consecuencias de esta gran crisis planetaria.  

Siembra conciencia ambiental

La gravedad de la situación es innegable: los niveles de gases de efecto invernadero han alcanzado cifras récord, con emisiones globales de dióxido de carbono que llegaron a 40.600 millones de toneladas en 2022. Los ecosistemas están siendo destruidos a un ritmo alarmante y los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes ¿lo han sentido? 

Es cierto que, a nivel global, se han tomado medidas para mitigar estos efectos. Acuerdos internacionales como el Acuerdo de París buscan reducir las emisiones de carbono y promover la sostenibilidad. También millones de personas, queriendo sumar a la solución, están adoptando prácticas más ecológicas, como la disminución en sus consumos de ropa, electrodomésticos, plásticos, el reciclaje, el uso de energías renovables.  

Ahora bien, es importante reconocer que la responsabilidad en esta crisis no es uniforme. No es igual el grado de responsabilidad de países como China, Estados Unidos e India, o de empresas multinacionales, que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero, que la responsabilidad que pueden tener naciones como Colombia tienen una huella de carbono significativamente menor.  

Y con esto no se quiere decir que Colombia se cruce de brazos ante la crisis. Sin duda, cada acción cuenta y todos podemos ser parte de la solución… claro, para tomar acción es necesario tener consciencia y para ello es importante conocer mejor la cadena de causas y efectos de esta crisis ambiental y además tener ese sentimiento movilizador de que aún es posible un mundo mejor.  

La urgencia de una narrativa distinta 

Los medios de comunicación juegan un papel crucial en cómo percibimos y actuamos ante la crisis ambiental.  

A menudo, las noticias se centran en los “desastres naturales”, sin abordar las causas subyacentes que, en su mayoría, son resultado de actividades humanas. Esta narrativa puede llevarnos a ver a la naturaleza como “el enemigo que nos destruye”, cuando en realidad, la naturaleza está respondiendo a un agotamiento sistemático de sus recursos. 

Es esencial que los medios de comunicación construyan y difundan una narrativa más completa y precisa. Destacando, no solo los problemas y sus causas profundas, sino también las soluciones y los esfuerzos positivos que se están llevando a cabo en todo el mundo.  

El exceso de la mirada catastrófica puede causar un sentimiento de desesperanza. Esa sensación de que ya no queda nada por hacer y que el daño que la humanidad ha causado al planeta es irremediable y nos está llevando a una especie de apocalipsis, paraliza las acciones individuales y colectivas, pues, si todo está perdido, ¿para qué hacer algo? 

Cuando hablamos de la urgencia de una narrativa distinta queremos decir: primero, una narrativa completa, que nos ofrezca una mirada profunda de cómo todo está conectado, causas y consecuencias.  

Por ejemplo, la crisis de los embalses que se vivió en Colombia a principios 2024, cuando 10 de los 26 embalses del país se mantuvieron solo con el 30% de su capacidad, lo cual generó apagones y racionamientos de agua y energía en diferentes ciudades. La mayoría de los medios de comunicación la relacionaron exclusivamente con el Fenómeno del Niño (sequía).  

Siembra conciencia ambiental

Este es un ejemplo de los muchos titulares que circularon durante la crisis de los embalses 

Sin embargo, detrás del extremo calor (consecuencia) hay otras causas: el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, la sobreexplotación de recursos naturales (carbón, gas…), y más en el fondo aún, una de las principales raíces de la intensidad de las sequías, tiene que ver con nuestras formas de consumo. 

Siembra conciencia ambiental

¿Cómo no vamos a tener variabilidad climática si hemos triplicado la explotación de la naturaleza y con ello desequilibrado el ciclo del clima y los ecosistemas? 

Siembra conciencia ambiental

La mayor fuente de emisiones de CO2 proviene de sectores como energía (que, además, se requiere para mantener en funcionamiento casi todo lo que nos rodea). 

A mayor consumo de bienes y servicios, mayor necesidad de explotación de recursos, más emisiones de GEI, más efecto invernadero, más variabilidad climática, es decir, más sequías y lluvias más intensas. 

Comprender esta cadena de causas y efectos es vital para tomar medidas más efectivas y eficientes. Sí, el racionamiento energético fue necesario, pero esto podría ser solo un paño de agua tibia si comprendemos la raíz del problema.  

En segundo lugar, una narrativa distinta también es una que promueva la esperanza y nos impulse a la acción, a no creer que todo está perdido, como la canción de Fito. ¿Y cómo se logra esto? Poniendo la lupa y comunicando el lado amable de la crisis ambiental, en los esfuerzos y logros que, día a día, están tejiendo, personas, colectivos, empresas, comunidades, estados y organizaciones que lideran iniciativas por el cuidado de la naturaleza.  

Por ejemplo, conocer la historia de don Aldemar, un campesino con más 70 años que vive cerca del páramo de Sonsón y quien ha dedicado su vida a proteger 614 hectáreas de bosque nativo el cual posee uno de los páramos más importantes para la región del oriente Antioqueño y el país. Aldemar hace parte de la estrategia BancO2 Plus (proyecto REDD+) de Masbosques y gracias al acompañamiento que ha recibido en este proyecto dice que: “he aprendido a trabajar con el bosque, sin talar y cuidándolo”. 

Historias como ésta no solo informan, sino que también inspiran a la acción y muestran que el cambio positivo es posible y que todos podemos hacer parte de la solución, por pequeño que parezca nuestro aporte.  

Para crear narrativas más esperanzadoras 

En medio de la crisis, es vital no perder la esperanza. Hay innumerables iniciativas positivas que están marcando la diferencia. Desde proyectos de reforestación y conservación de la biodiversidad, hasta innovaciones tecnológicas que buscan reducir nuestra huella ecológica, hay muchas razones para ser optimistas. 

Aquí algunas ideas para construir narrativas esperanzadoras: 

  1. Destacar las soluciones: En lugar de centrarse únicamente en los problemas, es importante comunicar las soluciones y los esfuerzos exitosos de personas, instituciones o colectivos que están sumando en el cuidado de la naturaleza.

  2. Humanizar las historias: Contar historias de personas y comunidades que están haciendo la diferencia puede inspirar a otros a actuar. Compartir sus motivaciones, sus emociones y vínculos con el planeta.
  3. Educar y concienciar: Proporcionar información precisa y accesible sobre la crisis ambiental y cómo cada uno puede contribuir a la solución.
  4. Promover la colaboración: Mostrar ejemplos de colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos para abordar los problemas ambientales.
  5. Celebrar los logros: Reconocer y celebrar los logros y avances en la lucha contra la crisis ambiental. 

Finalmente… 

La crisis ambiental es un desafío monumental, pero también es una oportunidad para transformar nuestra relación con la naturaleza y construir un futuro más sostenible y justo.  

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