Guardacuencas en Medellín, vivir del amor.

Por: María José Zuluaga

Vivir del amor y la pasión es un sueño que muchos han considerado como una utopía lejana, algo difícil de alcanzar en el mundo moderno y materialista en el que vivimos. Sin embargo, en Masbosques creemos que esta idea es completamente errónea. Cada día, vemos cómo los mitos que rodean esta idea se desvanecen ante nuestros ojos, gracias a personas que se entregan por completo a su pasión y amor por lo que hacen y hoy les contaremos cómo sucede con los Guardacuencas en Medellín.

Entre estas personas se encuentra Sebastián Ospina, un hombre apasionado por la naturaleza y su comunidad. Su compromiso y dedicación a generar acciones que benefician a su entorno y al medio ambiente han permitido que experimente una sensación de plenitud y orgullo que pocos pueden alcanzar. Él es un ejemplo vivo de cómo podemos vivir de lo que nos gusta y apasiona.

Sebastián es uno de los muchos hombres y mujeres que forman parte de un grupo selecto que expresa su amor por la naturaleza a través de sus ojos. Ellos son los GUARDACUENCAS, una comunidad de personas que han hecho de su labor algo indispensable en la generación de espacios ricos en biodiversidad y el mantenimiento de los espacios naturales de Medellín, Colombia.

Su trabajo es vital para el cuidado de las fuentes hídricas, que son necesarias para generar un insumo óptimo de agua a través de acueductos que, finalmente, suministran agua a comunidades. Además, los Guardacuencas en Medellín cuidan bosques y ecosistemas estratégicos aledaños a estas fuentes de vida, que se encuentran ubicadas en más de 10 Reservas Naturales en cinco corregimientos de Medellín.

Muy pocas personas conocen la gran importancia de esta labor. Los Guardacuencas no solo garantizan el cuidado de las fuentes hídricas, sino que también se aseguran de que no se realice cacería de animales, que no haya contaminación de la comunidad que transita por la zona y que se identifique y cuide la flora y fauna de la región.

Pero su labor no se limita a eso, también se encargan de generar educación ambiental a la comunidad. Su objetivo es que poco a poco esa apropiación que tienen ellos se vaya multiplicando, generando así un eco a gran escala de reconocimiento. Esto permitirá que la comunidad cuide y no degrade, se apropie y no lastime, vigile y no cace.

Para Sebastián Ospina, ser Guardacuencas en Medellín ha sido una experiencia que ha transformado completamente su vida. Él es uno de los 34 Guardacuencas que siente y es consciente de cómo la naturaleza puede transformarnos. Para él, ser parte de esta iniciativa lo es todo, un antes y un después en su vida. Gracias a esta labor, ahora puede estar más tranquilo consigo mismo, su comunidad y su familia. Debido a experiencias negativas en su pasado, Sebastián se vio obligado a salir de sus tierras con su familia, desplazándose y llegando a San Cristóbal, donde actualmente vive en paz con su familia.

Los invitamos a escuchar la historia completa de Juan Sebastián y lo que para él significa ser Guardacuencas. Su testimonio está disponible en nuestro podcast Historias de Conservación en las plataformas Spotify y Youtube,

Para Sebastián Ospina, ser Guardacuencas ha sido una experiencia que ha transformado completamente su vida. Él es uno de los 34 Guardacuencas que siente y es consciente de cómo la naturaleza puede transformarnos. Para él, ser parte de esta iniciativa lo es todo, un antes y un después en su vida. Gracias a esta labor, ahora puede estar más tranquilo consigo mismo, su comunidad y su familia. Debido a experiencias negativas en su pasado, Sebastián se vio obligado a salir de sus tierras con su familia, desplazándose y llegando a San Cristóbal, donde actualmente vive en paz con su familia.

Los invitamos a escuchar la historia completa de Juan Sebastián y lo que para él significa ser Guardacuencas. Su testimonio está disponible en nuestro podcast Historias de Conservación en las plataformas Spotify y Youtube,

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