Pago por Servicios Ambientales en Antioquia: Clave para la Conservación y Sostenibilidad

Doña Alba Nelly López es una mujer de 69 años, víctima de la violencia, campesina, madre de cuatro hijos y líder social, ella posee desde hace 32 años en la vereda Oviedo del municipio de Turbo, en el corregimiento de San José de Apartadó, un predio llamado La Mariela el cual conserva 26 hectáreas de bosque húmedo tropical. Su hogar es hogar de diversas especies de flora como lo son el matarratón, abarco, olleto y caracolí y de otras especies de fauna, como el tití, el oso, perezoso, el perro lobo, culebras y tigrillos… como doña Alba, cientos de mujeres en el país viven de sus labores de conservación gracias a empresas como EPM, quienes compensan sus labores y actividades a través de estrategias como el Pago por Servicios Ambientales.

Es el caso del convenio suscrito entre EPM y Masbosques que tiene como objetivo compensar a la comunidad de esta subregión del departamento de Antioquia por la construcción, puesta en servicio y operación del proyecto Conexión Urabá – Nueva Colonia – Apartadó a 110 kv en los municipios de Turbo y Apartadó, el cual fue aprobado previamente por la autoridad ambiental Corpourabá, donde se benefician 10 familias y se protegen unas 63 hectáreas de bosque. 

Así lo explicó Juan Camilo Restrepo supervisor del convenio con EPM: “Digamos que es una estrategia integral, además de muchas otras que ejecuta la empresa. La empresa hace o establece acciones de reposición y compensación directa, y también dentro de las herramientas que da el manual de compensaciones del medio biótico, existe el Pago por Servicios Ambientales y en este caso, vimos una oportunidad aquí en la región del Urabá, para implementarla por medio de Masbosques.”

En Colombia, el Pago por Servicios Ambientales (PSA) ha emergido como una herramienta crucial para promover la conservación de los ecosistemas naturales estratégicos, mientras se genera un impacto económico positivo en las comunidades locales. Este esquema, que ofrece incentivos económicos a los propietarios o gestores de tierras que mantienen o restauran como servicios ambientales, ha permitido la protección de áreas claves para la biodiversidad y los bosques.

Sobre esta alianza habló Alberto Vivas Narváez coordinador de Área Flora – Ssuelos de Corpourabá: “Esta es una alianza muy interesante porque buscamos es materializar en territorio las acciones de conservación de nuestras áreas de bosques que surten los acueductos municipales. Entonces, en muy buena hora tenemos aquí la vinculación de Empresas Públicas, Corpourabá y Masbosques, que es nuestro operador en este proceso que es muy bien conocido por la comunidad, que se llama el de Pago por Servicios Ambientales.”

Como organización, desde el año 2013, en Masbosques se han forjado alianzas estratégicas entre comunidades rurales, las entidades gubernamentales y empresas, promoviendo la conservación de ecosistemas a través de su modelo BancO2 adaptados a las características y necesidades particulares de cada región y ecosistema del país, con un enfoque inclusivo y flexible para que de manera efectiva en distintas culturas y territorios colombianos se siga generando un impacto positivo en el sustento de las familias rurales y el planeta.

Deyanira Urrego, beneficiaria convenio con EPM, resaltó la importancia de estos incentivos para las mujeres del campo en el Urabá: “A mí me parece un excelente programa porque uno en el campo nunca había visto esto, y nos beneficia mucho porque uno en el campo tiene muchas necesidades y esto ayuda, esto sirve mucho para fortalecer más el campo, contribuye a nuestra alimentación, todo.”

Masbosques en la implementación del PSA, 21 años de trabajo y de alianzas importantes.

Hasta la fecha, Masbosques ha logrado la compensación de más de 18 mil familias y comunidades étnicas, asegurando que los beneficios del PSA lleguen directamente a aquellos que dependen del entorno natural para su subsistencia. Comunidades han jugado un papel vital en la protección de los ecosistemas naturales de Colombia, siendo esta la recompensadas por sus esfuerzos en la conservación.

Este modelo, además, ha permitido un alcance y la aceptación en diferentes zonas del país lo que ha facilitado la creación de políticas más efectivas para la gestión sostenible de ecosistemas estratégicos en todo el territorio nacional.

Otro aspecto importante ha sido la colaboración con el sector privado, más de 60 empresas han compensado su huella ambiental a través del PSA, contribuyendo así a la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa. Esta participación del sector empresarial es clave para garantizar el financiamiento continuo de los proyectos de conservación y ampliar el impacto del PSA en el país.

En términos de conservación directa, Masbosques, sus aliados y comunidades han ayudado a preservar más de 236 mil hectáreas de bosque en todo el país. Estas áreas, muchas de las cuales son de vital importancia para la biodiversidad y el clima, se mantienen bajo protección gracias a los esfuerzos conjuntos de las comunidades, las entidades gubernamentales y las empresas.

Por ahora el PSA en Colombia, ha demostrado ser una herramienta eficaz para la conservación de los ecosistemas estratégicos y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades rurales. Con un enfoque basado en la colaboración entre actores públicos, privados y comunitarios, el PSA no solo protege la naturaleza, sino que también promueve un desarrollo más sostenible e inclusivo.